sábado, 29 de octubre de 2011

Prólogo: Una noche de lluvia.

La lluvia llevaba horas entonando su canción contra los cristales del despacho. De forma constante, monótona, hipnotizante.

En la oscuridad la brasa de un cigarrillo indicaba cual faro donde se encontraba una mano y el dueño de la misma. Era mortecina, cansada de brillar, de luchar contra las topoderosas tinieblas. Del mismo modo se encontraba su creador, sentado en una butaca de cuero que había conocido mejores épocas, el investigador privado Jim Patterson.

Los ojos celestes de Jim vigilaban el recorrido de las serpenteantes gotas en el cristal, buscando un patrón en ellas, algo que le diera una idea sobre el caso en el que estaba trabajando. Un caso que no le estaba deparando nada bueno, más bien lo contrario. Cuanto más cerca creía estar de la verdad, más se deba cuenta de que las piezas no encajaban, o aún peor, que si de verdad encajaran, su mente se resquebrajaría.

La brasa se mueve, se ilumina y se aleja con parsimonia acompañada de una nueva bocanada de humo que pasa a engrosar la cenicienta niebla que cubre el despacho.

Jim Patterson, investigador privado, esas fueron las primeras palabras que le dijo a ella.

Ella.

La mujer que le había robado el corazón.

La mujer que le había metido en esta locura.

Ella.

Anne.


domingo, 16 de octubre de 2011

Una historia de los años 30

Buenas noches mis queridos compañeros

Perdonad que haya tardado tanto en comentaros algo sobre mis idas y venidas, pero como todos los miembros, presentes y futuros de este Club, sabéis que la curiosidad nos lleva a recorrer caminos que hacen que los minutos de los que disponemos nos resulten insuficientes.

Espero que vuestras disculpas resulten un poco menos onerosas tras la historia que quiero compartir con vosotros. Es una historia real, no es ficticia pese a que algunos de vosotros podáis llegar a pensarlo.

Como ya dijo el bardo "Hay más cosas en el cielo y la Tierra, Horacio, de las que  se sueñan en tu filosofia". De tal manera, queridos compañeros, os pido que mantengáis vuestras mentes abiertas.

Mi historia tiene lugar en los primeros años de la funesta década de los 30, en Estados Unidos, y cómo todos sabéis no fueron los mejores años que ha vivido ese país.

En una época en la que la vida de los hombres apenas valía más que el pan que querían comer, un hombre consiguió con su valor que muchos se salvaran. El precio que pago fue el mayor que se puede pagar...